Las paredes, los pisos y muchas otras superficies de la casa se deben limpiar con
agua y jabón y desinfectar con una solución de 1 taza de cloro por cada cinco galones de
agua.
Tenga sumo cuidado en desinfectar muy bien las superficies que puedan tener contacto
con los alimentos, tales como la parte superior de los mostradores, los anaqueles de la despensa, los
refrigeradores, etc.
También se deben limpiar con cuidado los lugares donde juegan los niños
pequeños.
Lave toda su ropa y las sábanas para la cama con agua caliente.
Artículos que no se pueden lavar como colchones y muebles tapizados, séquelos
al aire bajo el sol y rocíelos completamente con un desinfectante.
Limpie a vapor todo el alfombrado.
Si ha habido un retroceso de aguas negras dentro de la casa, use botas y guantes
de goma impermeables cuando haga la limpieza.
Saque y deseche todos los materiales caseros contaminados que no se puedan desinfectar,
tales como el empapelado, telas, tapetes y las paredes de yeso prefabricadas.